martes, 7 de abril de 2009
Escuelas cerradas
La semana pasada hubo un paro en la Ciudad de Buenos Aires, harto de los paros y de ver a los padres organizarse entre ellos para cuidar a los hijos ajenos y así poder trabajar, harto de ser responsable del cierre de las escuelas, harto de reclamos por un salario que, aunque debería ser mejor, está por arriba del promedio de los trabajadores de esta ciudad, harto… decidí, a diferencia de todos mis compañeros de trabajo, no adherirme y dar clases. Tras decirles a los chicos que vinieran a la escuela, la directora se encargó de decirles que no vinieran porque no habría clases. Como esto no fue suficiente porque algunos chicos igual vinieron a la escuela, la directora se ocupó de llamar a las familias de esos chicos para que los vinieran a buscar antes del mediodía (siendo una escuela de jornada completa). Al día siguiente también había paro, pero más chicos vinieron a la escuela. La directora se ocupó de llamar nuevamente a las familias para que retiren a sus hijos de la escuela antes del mediodía y trataba de convencerme que lo hacía por mi seguridad, por lo que algún chico pudiera inventar en la casa sobre mí. ¿Me trató de pervertido? Nada puedo hacer para demandarla sin arriesgar mi continuidad laboral en una profesión que amo profundamente, nada puedo hacer sin exponer a las familias que se jugaron mandando a sus hijos, nada puedo hacer sin perjudicar a esos chicos que se mancaron la humillación por parte de la dirección.
Mucho más tengo para decir sobre esto, no quisiera extenderme porque no sé si estoy escribiendo con la cabeza o con el estómago. La escuela estuvo cerrada, pero no nos engañemos, a la escuela no la cerró el paro, la cerramos los maestros.
miércoles, 22 de octubre de 2008
Medidas Sindicales
Mucho se dice de los paros docentes, pero las discusiones sólo se realizan dentro de los círculos correspondientes, los chicos, los padres y los docentes no nos sentamos nunca a hablar de esto en una misma mesa. Hoy los acontecimientos dan muestras de que la crisis educativa está produciendo enfrentamientos en todos los grupos de la comunidad. ¿Qué hacer frente a las medidas sindicales?
En mi opinión los sindicatos docentes nunca se hacen cargo de los errores políticos cometidos. Intentar poner la carpa fue un error político, una innecesaria provocación al gobierno. No se puede justificar de ninguna manera la represión policial, lo que sí se puede es analizar lo que se dijo. Por ejemplo los dirigentes sindicales responsabilizaron al gobierno de la ciudad de la represión, ignorando que es el ministerio del interior (que depende del gobierno nacional) quien la pudo haber aprobado. ¿Por qué entonces omitir esta información?
Como docente yo no puedo ejercer mi derecho a trabajar, la escuela cierra las puertas los días de paro y no deja que los chicos estén en la institución. A diferencia de los sindicalistas que durante años gozaron de los beneficios de cobrar un salario sin pisar el grado y que ahora están furiosos porque les levantaron las comisiones de servicio, yo sí elijo la escuela como lugar de trabajo y a los docentes y padres como mis verdaderos compañeros de laburo.
Por eso, respondiendo a las medidas sindicales, creo que los padres y alumnos deberían poblar la escuela, ocuparlas para forjar una alianza educativa verdaderamente democrática, no se puede permitir que el verdadero vaciamiento de las escuelas sea por pura responsabilidad docente.